Historia de un intercambio

Hoy les traigo una historia especial. Hace algún tiempo publiqué una ovejita rosa que hice. La dulce Stella de Antique Passion me dijo que le había gustado mucho y bromeaba diciéndome que la recibiría de vacaciones en Menorca. Unos días después le dije que, si le apetecía, le podía hacer una. Entonces, Stella me propuso un intercambio. Algo absolutamente nuevo para mí. Y así lo hicimos. Lo que yo le envié ella lo enseñará en una entrada simultánea a esta (hoy lo publicará en su blog). Y ayer recibí estas maravillas que ella hizo. Tengo que contar que Stella, que es muy juguetona, publicó uno de los regalos (el maniquí) en su blog justo el día antes de que el cartero me lo dejara en mi casa. A mí me gustó tanto que le pregunté si era muy difícil hacerlo. ¡Y al día siguientes estaba en mi casa! No me lo podía creer.

Stella me envió todos estos regalos: un precioso maniquí Tilda para colgar las pulseras y los collares, una preciosa caja para los pañuelos con decoupage y craquelada, y una bolsa con un aplique de punto de cruz que me encantó. Además me envió una felicitación de navidad que, en cuanto haga el árbol, la pondré junto a él.

Cada regalo ya encontró su sitio en casa. El maniquí ya está acompañado de pulseras y collares en la cómoda de mi dormitorio.

Quería agradecerle a Stella todos estos regalos que me han encantado, por el cariño con el que los hizo  y la emoción y la intriga que le ha puesto al intercambio. Ha sido muy divertido.