Adoro el papel y el cartón. Suelo guardar las cajas que encuentro siempre que el espacio que tengo en casa me lo permite. Y tenía unas cajas muy grandes, de un cartón muy duro, así que decidí hacer un reloj de pared.
El problema principal fue conseguir un mecanismo con unas manecillas tan grandes. Y como no las conseguí, amplié las pequeñitas que traía el mecanismo que compré.
El resto del trabajo no fue difícil. Dos círculo de 57 cms. de diámetro unidos con silicona caliente. Rematé la unión, 1'5 cms., con papel de periódico y cola. Una vez que todo había secado, sólo quedaba pintar con gesso, esmalte acrílico beige y hacerle el dibujo que lo decora.
Estas son algunas fotos del proceso y del resultado: